Monday, June 8, 2009

Seek & Destroy!

Camaradas, ésta y la siguiente entrada surgieron por el mismo evento, aunque los temas son distintos.

Llegamos puntualmente al Foro Cervecero, diez minutos antes de lo que decía el boleto ya estábamos adentro del recinto de baseball, conciertos masivos y festivalitos televisados. Como es costumbre, no empezaron a la hora establecida en el boleto. El sol caía con un poco de fuerza cuando salió al escenario esa banda abridora con discurso y sonido desgastados. En la próxima entrada les dedicaré más.

Después de tocar más canciones de las necesarias, la banda mexicana terminó para dar paso a varios minutos de espera. Salió el segundo telonero: Avenged Sevenfold. La banda con una desafortunada imagen, pero con notables solos de guitarra comenzó a tocar. Estuvieron alrededor de cuarenta minutos en el escenario y al final no interpretaron mi canción preferida, Bat Country.

Terminaron los héroes de las fiestas de secundaria y preparatoria bilingües y el centro del escenario fue ocupado por una brillante batería naranja. Cuando ya no quedan teloneros y se espera al principal la espera es todavía mayor y la prueba de sonido se siente todavía más aburrida con los siempre presentes "check check one two one two" de un pelón al micrófono, los golpes a cada tambor y cada platillo y los empujones entre la gente.

Se apagaron las luces y en las pantallas se veía a Tuco Ramírez, de "The Good, the Bad & the Ugly", corriendo por un cementerio mientras sonaba "The Ecstasy of Gold" del señor Ennio Morricone. Terminando esa bella pieza se prenden las luces del escenario y del centro sale un pequeño danés con baquetas en mano y de los lados a los otros tres con sus guitarras y bajo en mano. Inmediatamente suenan los primeros golpes con los quen gritaríamos: "CREEPING DEAD!"

Terminando aquel fragmento de "Ride the Lightning" y todavía sin recuperar algo de energía Mr. Hetfield se acerca al micrófono para decirnos "GIMME FUEL, GIMME FIRE, GIMME THE WHICH I DESIRE!" y seguir con los fuertes guitarrazos que provocaban elevar el puño y mover de un lado para otro el largo cabello. El concierto comenzaba con las canciones precisas, con las necesarias para levantar el ánimo del público.

Al terminar la guitarrera Fuel se apagaron de nuevo las luces para escuchar el inicio del pedazo del disco que lleva el nombre de la banda, llegó Wherever I May Roam. Confieso que no es mi favorita. Terminando el fragmento del disco que más han vendido regresaron a los primeros cuatro con "Harvester of Sorrow", recordándonos, como también lo hacen Lemmy y Priest, que el metal carece de edad.

Llegó el primer momento tranquilo al regresar al "Ride the Lightning". James estaba solo en el escenario cuando comenzó a tocar y justo a tiempo salió Kirk con su guitarra y los miles de asistentes coreaban juntos "Life it seems to fade away. . .". La primera power ballad que le conocimos a estos representantes del Metal: Fade to Black. Una verdadera sorpresa, pues no la habían tocado en las dos fechas anteriores.

Llegó el tiempo de promocionar el nuevo disco que, afortunadamente, en nada se parece a St. Anger. Recordemos que para este disco los muchachitos de Metallica se alejaron de Bob Rock y se acercaron al señor Rick Rubin, quien produce tanto a Slayer como a Weezer e incluso a Shakira, siempre sacando lo mejor de cada banda. "Cyanide" fue la primera del "Death Magnetic" de la noche. Buena elección.

Después regresaron a los clásicos para darnos ". . .and Justice for All", mostrándonos por qué sigue siendo vigente aquel ochentero disco. Al terminarla James Hetfield se acerca al micrófono para decirnos "I'm your dreams make you real. . ." para empezar el segundo track del disco de negra portada, aquella que a la mitad dice "SAD BUT TRUE!".  wawa

En seguida nos recordaron que tenían un nuevo disco y tocaron "The Day that Never Comes" y "All Nightmare Long". Kirk Hammett mostraba que todavía se acordaba de cómo tocar la guitarra, pues en los últimos discos sus solos habían estado llenos de efectos e incluso fueron eliminados en el Saint Anger. El estadio estaba de nuevo obscuro.

Sonaban balazos y bombas explotando. Fuegos artificiales y explosiones en el escenario. Todos, o bueno, casi todos, sabíamos que la banda estaba por interpretar una de sus canciones mejor logradas. Comienzan las dos guitarras con frases que ya son clásicas, la primera canción de la banda con video. Es la canción que tiene un solo que queiren aprender TODOS los que se compran una guitarra eléctrica. Me refiero, camaradas, a One.

Terminando se acercaron a la otra canción representativa de los inicios de Metallica. Todo el foro gritaba y la voz de James Hetfield era apagada por la multitud. Los puños se levantaban con fuerza en el aire al ritmo de "MASTER MASTER". Terminando siguieron por esos años con "Dyers Eve" para cerrar con los dos grandes éxitos del disco de portada negra, la tranquila "Nothing Else Matters" y su éxito más grande, "Enter Sandman".

Los señores se metieron y el público obviamente pedía encore. Regresaron para tocar tres piezas más. Comenzaron con "The Wait" original de Killing Joke, un poco de Punk inglés, de cuando el punk no era sinónimo de Blink o Panda. Al terminar, los golpes de los instrumentos sonaban como al inicio del "Kill 'em All". Para terminar eligieron dos temas de su primer disco. Primero "Hit the Lights" para acabar el concierto con el tema "Seek & Destroy".

Afortunadamente nos evitaron la pena de escuchar algo del Saint Anger. El concierto fue una avalancha de éxitos, uno de los mejores setlists que me he topado. A pesar de la gran elección de los temas faltaron algunas como Battery, The Unforgiven o Welcome Home. En ningún momento el concierto se cayó, siempre estuvo a tope. La noche del siete de junio, camaradas, me ha dejado claro por qué Metallica ha pasado de ser un grupo famoso a ser una leyenda del Rock.

Camaradas, acá termina. Buen día.

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